Los Dioses y los Rubover de la Calesita

Había una vez un chico al que le gustaba mucho ir a parque, especialente para ir a la calesita.Un dìa llego al parque y la calesita estaba toda destruida.Arriba de los escombros, viò a una diosa con muy buena armadura.Charlaron mucho tiempo y la diosa le dijo que se llamaba Stick.Era la diosa de la calesita.Le contó al niño que ella vivìa ahì adentro y que cada unos 80 años tiene que arruinarle la vida por debera un niño, salvo que ella decida pelear contra los Rubover.Ellos eran unos fortachones dioses y le pedìan un niño, o una pelea.

En realidad eso era mas o menos cada 80 años porque el niño era condenado a vivir toda su vida adentro de la calesita hasta que le llegara la muerte.Ella jamàs habìa entregado a un niño porque los ama, y no harìa algo tan cruel.Stich le dijo al niño que habìan muchas calesitas,pero los Rubover podìan elegir uno cada vida del niño y ayer vinieron por primera vez los Rubovers pero decidiò pelear aunque fuera muy riesgoso.Peleamos pero lo mejor que pude lograr fuè mantenerme con vida aunque se destruyo toda la calesita.Su unica esperansa era entrgarles a un niño porque cuando los Rubovers escaparon me dijeron:"esperamos que tengas al niño dentro de un año.Te vendremos a buscar y esta vez no vas a sobrevivir".Pero ella cree que les entrgará su vida...no querìa entregar un niño hasta que despues de un rato el niño se decidiò y dijo que se iba a entrgar èl.Pasado un año los Rubover lo transformaron en calesita al niño pero no sabìan que Stich tenia un poder especìfico y oculto, y era salvar vidas pero iba a necesitar mucha energìa porque gastò mucho en la pelea.Pasados 5 años llego a recargar su poder y sacò al niño de la calesita y màs, lo transformò en un dios,lo equipo con muchas armas.Despues de un tiempo ellos se enamoraron, casaron y no sacrifican niños,porque son invensibles y cuando vienen los Rubover ellos defienden sus vidas, y la calesita y queda todo impecable.Gracias a ellos cuando los niños van a la calesita ene los parques, ya no viene ningùn Rubover a sacrificarlo.