Calesa y sus vueltas

Calesa, la ninfa estaba con los niños en la plaza. Corrían, saltaban, los pequeños se divertían mucho con ella.

Calesa era muy alegre siempre tenía muchos colores en su vestimenta.

Júpiter el dios más poderoso de todos la observaba y no podía comprender tanta amabilidad, entonces bajó hacia la tierra de los hombres para que le dé una lógica explicación porque él no sabía cómo hacer para no engañar más a su esposa, que los demás dioses lo amen y que los niños no se aterrorizen al hablar con él.

Él le hizó preguntas muy simples de responder pero la pobre ninfa no sabía

qué responder, daba vueltas y vueltas, primero pensaba cosas y luego otras.

Estuvieron tres días así, con los mareos que a Júpiter le ocasionaban y la ansiedad que tenía, le dió un día más para que ella pensar su respuesta. calesas no paraba de dar vueltas, iba y cuando daba la vuelta entera volvía, así hasta que el mayor dios griego llegó y como Calesa no tenía la respuesta, su alma se fue al Averno.

Cuando los niños, al otro día llegaron para jugar con calesa en la plaza, ya no estaba pero sí había un objeto que daba muchas vueltas, tenía muchos colores y era muy divertido.

Los chicos decidieron llamarlo " Calesita " en representación a ella, ya que la identificaba perfectamente.