miércoles, 11 de junio de 2008

HOMEROOO

En la figura de Homero confluyen realidad y leyenda, la tradición sostenía que Homero era ciego, y varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento: Quíos, Esmirna, Colofón, Atenas, Argos, Rodas y Salamina. Sobre su nacimiento en la ciudad de Salamina de Chipre, se conserva el siguiente epigrama, atribuido al poeta helenístico Alceo de Mesene, en el que Homero protesta sobre su origen salaminio, y niega que se erigiera una estatua suya en esta ciudad y que su padre fuera un tal Demágoras:
Ni aunque el martillo surgir como Homero de oro me hiciera entre rayos flameantes de Zeus, soy ni seré salaminio ni el hijo de Meles lo será de Demágoras; ¡tal la Hélade lo vea! Con otro poeta probad; y mis versos vosotros a los Helenos, Musas y Quíos, cantadlos.[1]
Por lo demás su biografía es una hoja en blanco. Entre los investigadores hay considerable debate sobre si Homero fue una persona real o bien el nombre dado a uno o más poetas orales que cantaban obras épicas tradicionales.
Se ha cuestionado repetidamente si el autor de la Ilíada y la Odisea fue el mismo poeta, pues sí suele estarse de acuerdo en que la Batracomiomaquia, los himnos homéricos y los poemas cíclicos son posteriores a estos dos poemas épicos. Sin embargo, en la antigüedad clásica no sólo no existían estas dudas sino que la Ilíada y la Odisea eran consideradas relatos históricos reales.
El emperador Adriano preguntó al Oráculo de Delfos, sobre la existencia de Homero y el oráculo respondió que Homero realmente existió y también afirmó que fue el autor de la Ilíada y la Odisea.[2] Los trabajos de Homero son la más antigua referencia del viejo alfabeto griego. Convencionalmente, la historia nombra a Homero como el iniciador de la Antigua Grecia.
A veces a Homero se lo llama Meónides, ya sea porque Meonia era un antiguo nombre de Lidia donde, según algunos, había nacido, ya sea porque se decía que era hijo de un tal Meón.

1 comentario:

paula luna dijo...

Muchas gracias por la información...